sábado, 21 de noviembre de 2015

El país de la lógica

Digamos que el partido contra Brasil fue un reflejo de los últimos 5 procesos de clasificación a la Copa del Mundo. Un Perú que ilusiona al inicio, un Perú que se cae después y finalmente, un Perú que busca culpables.

Filipe Luis anota el definitivo 3 a 0 para Brasil (Foto: fifa.com)
La verdad absoluta de que el fútbol es ilógico e impredecible no se da desde hace mucho con la selección peruana. Es probable que cualquier estadístico frío o aficionado al fútbol de afuera haya pronosticado lo que pasó. Perú no es más que Colombia ni más que Brasil o Chile. Por el contrario, estos tres equipos son muy superiores a nuestra selección. Al único que seguramente le ganará Perú es a Paraguay. Se dio la lógica. Se viene dando desde la época cuando Maturana era técnico. El fútbol da el cachetazo a sus hinchas, se declara ateo y no cree en milagros. No nos da una de sus mayores virtudes, la sorpresa de lo impredecible. 

Eliminados todos, recurrimos al análisis y la opinión superficial de quién debió o no debió jugar, de la crítica al técnico que no sabe ejercer su oficio. Y nos quedamos plantados allí, tecleando en nuestros celulares o conversando con amigos, viviendo en un mundo paralelo, en el cual vestimos de saco y corbata dirigiendo un partido o uniformados pateando un balón. Los más afortunados, logran que su opinión llegue a más gente, responsabilidad que los nubla y se convierten en ese individuo que toca el violín mucho mejor que el más premiado violinista, que opera mejor que el médico y que actúa mejor que al actor.

Guerrero no tuvo un buen partido en Brasil (Foto: bleacherreport.com)
El martes contra Brasil tapó Pedro Gallese, jugó Céspedes, arrancó Joel y entró Ruidíaz por Paolo Guerrero. Sin embargo, perdimos igual. A la prensa y a los aficionados les cuesta hacer un análisis más profundo, pues es probable que termine tumbando el negocio o la diversión de cada fin de semana. Este análisis escondido concluye que el principal problema de nuestra selección es la poca cantidad de jugadores que tiene para afrontar un torneo tan duro y tan competitivo como las eliminatorias sudamericanas. 

No vamos a clasificar a Rusia porque en las últimas 15 Copas Libertadores, un solo equipo peruano ha clasificado a cuartos de final, Real Garcilaso en el 2013. No vamos a clasificar a Rusia porque en 10 de las últimas 15 ediciones de Copa Libertadores, ningún equipo peruano ha clasificado a octavos de final de este torneo. No vamos a clasificar a Rusia porque no tenemos jugadores capaces de competir internacionalmente, ya que muchos de estos, lamentablemente, provienen de clubes que cada año adelantan en Libertadores o Sudamericana, el mal desempeño de nuestra selección en eliminatorias. Sin materia prima, tu producto no es de calidad. Sin empleados eficientes, tu empresa está condenada a la bancarrota. La lógica cubre la ciudad.

Bienvenido usted si quiere quedarse en el no vamos a clasificar al mundial porque (inserte aquí: Gareca, Markarián, Chemo, Autuori o Maturana) no sabe dirigir a la selección. Profundizar tomará más tiempo, sin embargo, verás con miedo el absurdo de tu hinchaje a un equipo grande en pecera chica. El día que los clubes sean instituciones serias y cumplan un papel aceptable en torneos internacionales, aquel día dejaremos de mirar la tabla desde abajo, por ahora vivamos el cuento de siempre. Saquemos el rosario y tomemos la calculadora mientras el fútbol cada vez más frío y racional se va alejando de nosotros.

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