miércoles, 14 de octubre de 2015

Dos hinchas conversan

El hincha está con la adrenalina al 100%. Una combinación de nervios y ansiedad lo invaden mientras espera el inicio del partido. No le quedó más opción que comprar entradas de reventa. Ya está más de 4 horas en el Estadio Nacional. Por momentos alienta y luego prefiere tomarse algunas fotos con los amigos que lo acompañaron y también con aquellos nuevos amigos que acaba de conocer. Es imposible escapar a la amistad cuando se está frente a la cancha y se comparte la misma pasión. Salen ambas selecciones al campo, intenta sostener con la mano a un corazón que se descontrola y brama su himno con más furia que nostalgia. Mira al resto, termina de cantar y besa su camiseta. Al fin terminó toda esa angustia previa. Ya no interesan más las palabras que dijo o que escuchó. Lanza un grito de aliento al escuchar el pitazo inicial. Se muerde las uñas. Reclama al árbitro. Agita los brazos. Grita el primer gol y luego sufre el empate

Chile anota temprano el primer gol. (Foto: lacuarta.com)
Le sorprende el juego de Perú, pensó que iba a esperar como en la eliminatoria anterior, cuando perdió Chile 1 a 0 también en ese mismo estadio, cuyo ruido ahora apacigua el cántico que lanza incesante para su selección. Se controla ante los insultos, se controla ante la presión. Más de 50 mil personas pifearon su himno. Va 1 a 1 y prefiere evitar discusiones con la barra rival. Tiene cerca a la policía peruana, sabe que si cae en la provocación y reacciona podrían sacarlo del estadio. No se deja llevar por el impulso, maneja la impotencia mientras ve al volante peruano lanzarle la pelota en la cara al Mago Valdivia. Grita reclamando la agresión y celebra la roja mirando el suelo con ambos puños cerrados. Si 11 contra 11 Chile manejaba el partido, con uno más será mucho más probable, ganar – piensa mientras aplaude la expulsión. A los peruanos siempre les sucede lo mismo, van haciendo un buen partido, emocionan a su gente pero luego no pueden con la presión. Caen.

Sin embargo, Perú tiene a esos dos que jugaban en Alemania: Farfán y Guerrero. Vidal y Jara tienen que multiplicarse para poder parar a la Foca, su velocidad y su potencia es de un jugador de primer nivel, sin dudas es el mejor de Perú. Y también cada pelota por arriba es una batalla entre nuestro mejor defensa, Medel, y el mejor delantero de ellos, Guerrero, el que juega en Flamengo y que tranquilamente sería titular en la selección de Brasil. Ataca Perú y puteo a Pitana por cobrar ese penal. Está compensando, por la roja a ellos – alcanzo a decir a uno de los amigos que se toma la cabeza y me mira incrédulo. Más tarde vi la jugada más tranquilo por televisión y noté que si fue penal, pero un penal que en Santiago jamás cobraría. Gol peruano, no alcanzó Bravo. Imposible perder este partido, estamos jugando mejor pero ellos van ganando. Hasta que se lesionó Carrillo.

Y no entiendo hasta ahora por qué no la botó Gallese. Por qué alguno… alguno de los que estaba en la cancha no le dijo que la tire. No entiendo, en serio no entiendo por qué Carrillo no se cayó en la cancha haciendo tiempo, fingiendo estar más lesionado de lo que estaba para que Yordy tenga tiempo para calentar. Eso lo veo siempre en nuestra liga, siempre tirados en el pasto, siempre esperando la camilla, siempre haciendo tiempo y hoy, cuando más necesitábamos de esa viveza tan vapuleada, no la usamos. Quedarnos con 9 contra este Chile, que sin dudas es el mejor de América, fue un suicidio.

Qué capo es Alexis Sánchez, en menos de un segundo miró el desborde de Valdivia, uno más que le ganaba la espalda a Advíncula, para que en un toque se la pase a Vargas y anote el empate. Llegó solo el 9 de Chile, Zambrano y Ascues se quedaron mirando el pase. Sucedió lo mismo con el tercer gol de ellos, llegaron por derecha, donde tres jugadores pudieron realizar la marca: Carillo, quien ya estaba en la banca tomándose el tobillo golpeado; Yordy Reina, quien junto al cuarto hombre esperaba desesperado el cambio; y Paolo que olvidó que estábamos jugando con dos menos y siguió de 9. Toque maestro de Sánchez hacia la red y 3 a 2. No estuvo bien la defensa, tampoco estuvo bien Lobatón. Es un gran problema ser figura en tu liga y no llegar ni siquiera a un rendimiento aceptable en las Eliminatorias. Es mejor dejar ese término Clasificatorias a los 5 primeros, que solo ellos tengan derecho a utilizarlo. 

Hincha peruano alentando a la selección al inicio del partido.
(Foto: depor.pe)
El segundo tiempo no se jugó, hubieron dos goles pero no se jugó. No había juego en la cancha, no había aliento en la tribuna. Si apagaban las luces nadie se habría molestado, tal vez solo ese puñado de hinchas chilenos que cantaron todo el partido. 32 años. 0 mundiales. Parece que mi generación está condenada a la esperanza perpetua. 

Ambos hinchas salen del estadio. Uno en la cumbre, viviendo quizás el mejor momento de su selección en la historia; el otro enfurecido por otra derrota, 0 puntos que acercan peligrosamente a la resignación. No quiere más la ingenuidad de la esperanza ni el tarareo del himno compuesto ahora por publicistas de una empresa de teléfonos. Sin embargo, es lo que hay, no hay más. Tal vez sea conveniente pensar de una vez en qué hacer para mejorar, para mandar más jugadores afuera a ser parte de las mejores ligas, a superarse. Por ahora y desde hace mucho, los colores históricos de nuestros respectivos equipos siguen maquillando la mediocridad de un campeonato casi amateur. Mientras este no mejore, seguiremos siendo parte un guión repetido al que lamentablemente parece que ya nos vamos acostumbrando.


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